sábado, 9 de agosto de 2008

LA MALDICIÓN DEL ESCORPIÓN

Si, amigos, mi pobre vehículo tiene un imán para las gruas que yo jamás he visto desde que nací. Entre averías y multas injustificadas en su mayoría no gano yo para disgustos. Alguién me debe haber echado un mal de ojo con las gruas porque hijos míos cuantos dipósitos visitará mi coche. A sus quince años ya no está para estos trotes.
La de ayer fue la última que me callé y me resigné a pagar sin cantar las cuarenta.
He aguantado que se me lo llevaran el coche al inicio del partido sin especificar la hora, dos veces en el maldito campo del Barça; he aguantado que se me lo llevaran por pisar una línea imaginaria de un chaflan que era más importante que un paso cebra y que estuviera estacionado encima de la acera; pero que aparque en un lugar que hubo una acera de una masia restaurante que no funciona desde hace diez años y que solo hay una entrada que además yo había dejado suficiente espacio para que amarrara un camión de los Rolling Stones, siendo además del mismo municipio en cuya comisaria esta al lado del domicilio que esta a cargo el coche, no tiene perdón de Dios y del espiritú Santo.
No me dio la gana de callarme. No hay señales que lo prohiban, se atiborra de vehículos el mismo estacionamiento todos los fines de semana, ya que la piscina no tiene parquing en donde los usuarios puedan aparcar, con que no os lo perdáis está abierta al público y no tiene la capacidad que adquiere.
Y encima me dicen que han llamado varias veces, mentira porque sale mi numero de telefono propio. Que lleva el coche diez dias en el estacionamiento, mentira que lo dejé desde el lunes pasado. Que los datos no salían en la base de ese coche, mentira ya que ellos mismos me pusieron una multa anterior y lo tienen refichado. Que aquel estacionamiento está prohíbido y señalizado, mentira que las señales, provisionales remarco, se pusieron dos días antes de llevarse mi coche.

Total, no me pusieron la multa debido a las evidencias que los dejaba por los suelos gracias a su ineptitud, y espero que no porque sino esto va ir muy a las malas. Porque si me tienen que decir que no puedo aparcar ni aquí ni allá yo también sé decirles cómo diablos deben hacer su trabajo, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Si mi automóbil no puede aparcar no aparcará ni un coche. Y pienso ponerme a la trinchera...

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